domingo, 4 de diciembre de 2016

Mujeres heridas: notas sobre un artista wabi-sabi.


Quizás sea Mujeres heridas una de las películas más complejas y emotivas de Gonzalo García Pelayo. Con Mujeres heridas, Gonzalo, que casi nunca parte de un texto propio, consigue una vez más hacer suyas las palabras de los otros. Y en esta ocasión va mucho más lejos, con esta película logra una unidad conceptual a través de una multiplicidad de discursos. Discursos que no sólo aparecen en la habitual manera secuencial y dialogada de los personajes convencionales de un film, sino que surgen a través de diversas formas. Sí, hay personajes que hablan, pero también hay voces en off que relatan historias, no necesariamente propias (las voces mutan de la edad y sexo del narrador real), aparecen intertítulos que ocupan toda la imagen o impresiones simultáneas, divergentes o paralelas al discurso sonoro. Constituyendo el conjunto un, a veces apabullante, maremágnum de ideas que se suceden. Estando tal vez en esa confusa forma el verdadero mensaje. Es cierto que en una primera capa todo puede aparentar que se reduce a un dualismo: Oriente y Occidente, mujeres y hombres (casi ausentes en presencia física, salvo un filósofo), presente y pasado, lo que se vive y lo que se recuerda. Pero según avanza su exposición los discursos se van multiplicando, entrecruzando, sobreponiendo, como sería para un ser omnisciente la misma realidad. El mundo como circo de dos, tres, cuatro y a veces incontables pistas.
Desde el punto de vista formal en un primer momento parece ser la culminación de la trilogía iniciada con Niñas. Esa fuente inagotable de conocimiento enciclopédico sobre cine español que es Javier Redondo Martín, comentó que veía cierta conexión entre las dos primeras piezas de la trilogía con la ochentera serie Vivir cada día. Y descubro que, efectivamente, se cumplen justo 20 años de la participación de GGP dirigiendo uno de sus episodios: Tres caminos al Rocío. En este docudrama[1] Gonzalo relata el viaje de tres grupos de personas que peregrinan en invierno al Rocío. Uno de ellos, que está compuesto íntegramente por mujeres, adelanta de alguna manera el espíritu de lo que dos décadas después será la trilogía Niñas. Salvo que en este caso hay una “niña” que por edad convertiría la saga en tetralogía. No sé si veremos esas Niñas 4.
Mujeres heridas es la película de GGP en la que la filosofía está más presente de toda su filmografía. Tanto en forma como en fondo. Y quizás esto se introduce como contraste al ser la más emocional. Tenemos a mujeres que exponen sus sentimientos ante circunstancias adversas de la vida. Y tras la emocionalidad, o junto a ella, surge la racionalidad. Tenemos a Platón y el ideal de belleza y perfección. Pero también tenemos el concepto oriental del Wabi-Sabi, que sería algo así como la belleza de lo simple, imperfecto y transitorio. De alguna manera corresponde al “todo fluye” de Heráclito. Todo cambia, todo permanece. Y en medio de todo, entre Oriente y Occidente, la visión compasiva del cristianismo, el amor al prójimo. El pobre, el débil, el marginado, como hermoso y protagonista. La idea de que los últimos serán los primeros. Es curioso que el único personaje masculino que aparece sea un filósofo. Racional, pero no materialista, sino cristiano. Y, por encima de todo, aparecen los vínculos emocionales de la familia, absolutamente matriarcal, como elemento de cohesión.
Si el cine abandonó a GGP a principio de los ochenta, la fuerza con la que él ha retomado las cámaras tres décadas después, está logrando que cada vez más adquiera un oficio que va mucho más allá del de realizar películas convencionales. GGP de forma ascendente está redefiniendo y depurando, construyendo y desconstruyendo, experimentando y afianzando, un medio de expresión propio alejado de todo convencionalismo. Una forma de arte estrictamente personal, con reglas propias, libre de apropiacionismos, y ajena a tendencias y modas. Como ya he dicho en alguna otra ocasión, y ahora me reafirmo, Gonzalo García Pelayo es su propio género.
Y además de todo esto, en esta ocasión, emociona.



[1] Agradezco la cortesía de GGP al incluirlo en su canal de YouTube. https://youtu.be/gQBd0_EtfuU

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